martes, 3 de marzo de 2015

Del Talento Real



El talento no tiene género musical, no tiene imagen, no tiene limitaciones y no debe ser restringido o discriminado por cuestiones mundanas y tontas.

Cada persona tiene todo derecho de tener sus gustos propios, moldeados a su personalidad y a lo que lo llama; hay que respetar dichos derechos, y evitar a toda costa el caer en actitudes cerradas, de pensar que sólo porque a mi me gusta tal género, no tengo porqué apreciar nada más fuera del mismo. Pensamientos de que "ésta es la música que hay que escuchar, la de verdad, y el resto de géneros son todos una mierda" son los que definitivamente bloquean los pasos para verdaderamente saber APRECIAR la música que merece ser apreciada.

Veo gente, que se hace llamar amante de la música, y claman conocer y sentir la música como su pasión y su amor. Sin embargo, al verse ante objetos "extraños" o fuera de su "status quo", son los primeros en rápidamente catalogar dicho material como basura, o fuera de su interés, solo por ser diferente a lo que "yo siempre escucho", sin siquiera tomar el tiempo de analizarlo realmente. ¿Cuántas de mis canciones favoritas no las descubrí por equivocación, o por aventurarme a escuchar cosas nuevas? El talento existe de muchas formas, y hay que saber reconocerlo, sin distinción alguna de género musical.

Olvidamos lo importante de la música, el propósito de la misma. Generar sentimientos, ideas, pensamientos, evocar emociones, que muevan a quien la esté escuchando. No es una carrera de cual género tiene más adeptos, o cual es más brutal, o cual mueve más; pues bajo ese pensamiento olvidamos que buen músico no es el que se centra en una cosa y se encierra en ella; sino el que logra componer obras que muevan al amante de la música clásica como al metalero más "cholo". Bajo esta misma línea, un buen amante de la música es el que puede encontrar un placer increíble, y un mar de emociones al escuchar tanto aquella canción perdida de reggae de su infancia, como la balada que tanto le recuerda a alguien o el blast beat de aquella pieza de Black Metal.

No olvidemos la verdadera razón de la música, que no es más que la poesía de los sonidos. La pintura hecha sobre el silencio. Porque hay que saber reconocer el verdadero talento donde sea que se encuentre. Porque, por poner de ejemplo mi caso personal, seré metalero, pero ante todo siempre seré amante de la música; y son piezas como esta (Matt Cardle - First Time) que me recuerdan lo hermosa que es en todas sus formas, cuando se nota la pasión y el talento del intérprete.

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